Por;  Ana María Cardona Vélez - Ex presidente C.R. Nuevo Medellín

Asistente del Gobernador D.4271

 

Cuando recibes tu escudo rotario, piensas en todo lo que puedes hacer por los demás, disfrutando con tus amigos del Club. Y más adelante, al conocer más de Rotary nos sorprendemos con los grandes proyectos que ha realizado tu Club y los demás clubes en el mundo y comienzas a soñar con cual va hacer tu proyecto en Rotary … Así fue que nació el proyecto “Ambientes virtuales para personas con discapacidad”, mi sueño rotario. 


Durante muchos años he sido miembro de la Junta directiva de la Fundación Mónica Uribe por Amor, y siempre soñé con hacer algo de impacto por esos niños y jóvenes con espina bífida que no tenían los recursos para poder seguir adelante. Se dieron tres situaciones para que mi sueño empezara hacerse realidad: 


• La pandemia

• Ejercer como presidenta del Club y 

• La imposibilidad de que los niños pudiesen asistir a la Fundación y a sus clases. 

Casi siempre un sueño o proyecto nace de las dificultades. 


Fue así como con Sonia Uribe, directora de la Fundación y compañera en el Club, inicié mi sueño al redactar el proyecto para conseguir un Global Grant: dotar de computadores y herramientas virtuales a los chicos, así como desarrollar un programa de educación virtual.


Como en todo sueño hay tropiezos y el primero lo tuvimos cuando presentamos el proyecto y Rotary International lo negó. ¨No se podía realizar un proyecto para dar dotación y menos computadores a los chicos¨. Inmediatamente, pedí una reunión con la persona encargada del área de educación en un nivel alto de Rotary en la que invité a la siguiente reflexión “El mundo ha cambiado con la pandemia y Rotary también debe hacerlo”.  Y lo que parecía imposible, se hizo posible haciendo realidad la frase “Si se puede”. Después de varios días nos aceptaron el Global Grant con la condición de que entregáramos los computadores en comodato a los chicos y sus familias. 


Pero también todo sueño tiene ángeles que apoyan


• Mónica desde arriba nos acompañaba e inspiraba.

• Sonia nos conseguía contactos internacionales para que nos dieran dinero para la subvención.


• Carolyn Johnson nos apadrinó el proyecto y nos dio un gran aporte desde su Club y conocimiento como Cadre en educación.


• Igualmente conseguimos un benefactor muy especial que creyó en Rotary y nos dio un descuento muy generoso para la consecución de los equipos de cómputo. 

• Además, Cristina Llano, una compañera rotaria del Club y cadre en educación, nos ha liderado el montaje del programa educativo de Aprendizajes Virtuales, parte fundamental del Proyecto.


Y el sueño se ha hecho realidad, ya entregamos los computadores a los chicos, dotamos la sala de computo para el aprendizaje y estamos implementando el programa para que cada chico pueda acceder al mundo virtual desde sus capacidades cognitivas. 


¨Alcanzar este sueño en Rotary ha sido lo mejor que me ha sucedido¨, les confieso que lloré cuando le entregué un computador a una niña que llevaba estudiando desde un celular por más de un año. 


Gracias a Dios, a Rotary y a los ángeles que nos han acompañado. Soñar en Rotary es proyectarse para que otros puedan tener mayores oportunidades, abrir puertas buscando equidad y sobre todo mejorar la calidad de vida de quienes lo necesitan. Todo rotario debe soñar y comenzar a hacer realidad su sueño. 


¡Ahora a seguir soñando para continuar cambiando vidas!

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