LAS ENSEÑANZAS QUE NOS DEJA UN GRAN ENEMIGO

Por; Guillermo Lozano-Sara / Club de Cartagena de Indias

 

Nos acostumbrados a medir la vida como si fuera el puntaje de un juego: el número de amigos. ¿Cómo nos aceptaban en nuestro medio social, laboral y hasta en el hogar? A veces la medimos por los viajes de turismo que realizamos en familia, por la asistencia al Congreso o Convención de la organización a la que pertenecemos. Por los planes que realizabas en un fin de semana o por el DINERO que se podía tener.

A partir de este 2020 hemos cambiado esa visión de la vida, este CORONAVIRUS, ha sido casi como nuestro profesor, tutor, psicólogo, que nos enseña cómo debemos mirar esa vida, que por momentos parecía, que nos fuera sacar de este mundo. Y es a partir de este momento, que la vida se nos volvió como una lección que hay que entender, sentir felicidad por cosas pequeñas, que nos habían alejados del verdadero sentir de la vida, de esa lección que aprendí de ese gran enemigo de nuestra salud, que algunos olvidaron el daño que nos podía hacer y no contemplamos el riesgo que nos traía, cuando las estadísticas nos decían otra cosa. Un enemigo mundial que acabo con la Paz, la Salud, la tranquilidad, el trabajo, con nuestras reuniones rotarias presenciales donde compartíamos con nuestros verdaderos amigos. La felicidad cambio su forma de percibirla, ahora te la da el escuchar la voz o lo escrito en esos correos que te llegan en forma virtual y te dicen que estamos bien, por la felicidad de festejar un cumpleaños en la pantalla de tu computador o celular o por la pena que te dio por no haber podido acompañar a su última morada al amigo o familiar, que se nos fue o mejor, se nos adelantó en el viaje eterno en la época de la pandemia. Gracias a Dios tuvimos a Rotary Internacional, que en ningún momento nos abandonó. Tiene grandes estrategias de acción y grandes iniciativas de capacitación que nos permitió seguir comunicándonos a través de la virtualidad y aumentar nuestra capacidad de conocer y estrechar relaciones con nuestros amigos rotarios como ciudadanos del mundo que se comunicaban por las diferentes redes sociales existentes. Hoy cuando la VIDA se mide por ese amor, por ese respecto y por ese cuidado que debemos tener frente a ese letal virus que, por nuestra confianza en Dios, esperamos no nos llegue. El conocer sobre todo, porque somos ROTARIOS, que sabemos y entendemos que las reglas y decretos que regula RI, son para cumplirlos, que estamos por comenzar un nuevo año rotario donde Rotary abre oportunidades, para que sepamos vivir la vida y podamos seguir siendo parte de esta gran organización llena de amigos. Cada uno de nosotros escoge la manera cómo va a seguir viviendo, cumpliendo las normas que se establezcan y protejan nuestra vida, la de nuestra familia y amigos y poder combatir como un gran equipo, a ese gran enemigo que nos cambió la vida.

Comparto esta reflexión:” Hacer un amigo es una GRACIA…Tener un amigo es un DON.  Conservar un amigo es una VIRTUD y ser amigo de quien hace parte de Rotary es un HONOR”.

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