LLEGADA DEL ROTARISMO A SANTANDER DEL SUR

Por; Texto original de Luis Sarmiento Lancheros y adaptado por Bernardo Javier Rozo –publicado en el libro CLUB ROTARIO BUCARAMANGA – 75 AÑOS. 

 

Tardó veinte años en llegar el Rotarismo a Colombia.  Había más de 2.000 clubes en el mundo y 100.000 Rotarios, cuando el 13 de Diciembre de 1926, el Dr. James H. Roth del Servicio consular americano y encargado de la expansión Rotaria en Centro y Sur América, organizó el Club Rotario de Bogotá e hizo ese día la primera sesión con personalidades sobresalientes de la política, la economía y la gran sociedad Bogotana: Lucas Caballero, Julio Caro, Eduardo Santos, Luis Cano, Luis Eduardo y Agustín Nieto Caballero, Jorge Soto del Corral, Miguel y Alfonso López Pumarejo.  Roth, unido a Lucas Caballero, promueven la fundación del segundo Club Rotario en Colombia, el de Barranquilla, en diciembre 30 de 1926. 


No fue fácil la primera vida de los clubes Rotarios colombianos; se les asociaba a la masonería y en una República de mayoría católica, se les combatía por ello; de ahí que miembros prestantes de la sociedad se hubiesen abstenido de ingresar. Podría decirse que despejar esta duda llevó más de 25 años. Y aunque en el Rotarismo ha primado el ideal de servicio,  hay que decir que mucha de la actividad inicial era puramente cultural, con tertulias extraordinarias, donde reinaba la inteligencia y la mezcla heterogénea de profesiones y actividades.


En la creación del club Rotario Bucaramanga, que abrió las puertas a los clubes de servicio en Santander, tiene mucho que ver el club Rotario De Barranquilla, que fue su Club padrino. Florindo Marocco De Carlo, súbdito italiano, quién había sido contador y viajero de firmas de su nacionalidad en Barranquilla, radicado en 1932 en Bucaramanga, donde ejerció el comercio y el consulado de Italia sin perder los nexos con la costa Atlántica, fue quien promovió por iniciativa de Rodolfo Cortissoz Rotario de Barranquilla la creación del Club Rotario en Bucaramanga, apoyado por la respuesta positiva de 22 prohombres de la ciudad, con la idea de una entidad de servicio más orientada al hombre y a sus necesidades que a las obras públicas materiales.  Se concreta el ideal rotario en Bucaramanga el día 25 de agosto de 1932, en el ambiente del Hotel Rosedal, en donde prestantes miembros de la sociedad, la industria, el comercio y la política se reunieron con el ánimo de ser socios de un Club Rotario.


Interesa mucho conocer cómo comenzó actividades el Club base del Rotarismo Santandereano, qué hizo durante el primer año, cuáles fueron las orientaciones que dio alguien tan eminente como su primer presidente Emilio Pradilla cuyo verbo, entusiasmo y conocimiento generaban acciones positivas. Pues el Club comenzó por donde era: Designó comités y nombró Censor, algo similar al Macero de hoy. Pidió información al Club Padrino de Barranquilla sobre el Rotarismo, escuchó las palabras de su Presidente que comunica a los neo-Rotarios los fines y medios de que el Rotarismo se vale para servir al que más lo necesita por cuanto tiene menos. 


El Club Rotario Bucaramanga no admite a cualquier socio pero establece condiciones por cuanto aún no tienen estatutos de Rotary International: Un socio es admitido si más del 90% de los pareceres de los miembros sobre el candidato potencial son positivos. Sus primeras labores estuvieron enfocadas a temas de salud pública e higiene y es por ello que el naciente Club Rotario Bucaramanga propone al socio Roberto Serpa Novoa liderar una batalla contra el presencia de zancudo en la ciudad. Posteriormente Luis Ardila Gómez, médico como Roberto, se consagra a la divulgación de las prácticas de higiene y de medicina, dicta conferencias sobre venéreas, tifoidea, ayuda en las necesidades del Hospital de Caridad de la ciudad. 


El club Rotario tiene mucha vinculación con el acontecer diario de Bucaramanga, hace oír su voz de aplauso o de preocupación, es un club participativo en la vida municipal. Pero también reclama sobre la baja asistencia y pide que a cada miembro se le llame por su nombre de pila y cuando no pueda asistir debe presente excusa escrita.


El 11 de Noviembre de 1932 el Presidente Emilio Pradilla avisa que el Club Rotario Bucaramanga ha sido aceptado como miembro del Rotary International con el número 3554. Un poco antes, Gustavo Wilches había donado la bandera bordada del Club. Al comenzar 1933 visita el Club W.H. Baker del Club Rotario de Barranquilla, entonces Gobernador del Distrito. Los Rotarios lo reciben en Puerto Wilches y él entrega, el 21 de enero, la carta constitutiva. Baker da amplias explicaciones al club sobre la filosofía rotaria, anima y despierta entusiasmo; se le pregunta bastante, dice el acta alusiva al acto.


Eran Profesionales distinguidos, hombres de empresa, banqueros muy acreditados, escritores públicos; comerciantes de diversas especialidades, tales como artículos finos para caballeros y regalos, importadores y expendedores de quincallería, droguistas, dueños de hotel, periodistas y orientadores de la opinión, diplomáticos, Exgobernadores  del departamento de Santander y Ex Ministros de estado. Pero todos, sin excepción, importantes en su campo y miembros de una sociedad cerrada que valoraba el servicio a la comunidad y luchaba para hacer de Santander y Bucaramanga el Centro del Oriente.


La Personería Jurídica No era tan fácil en 1932 obtener personería jurídica; los directivos la buscaron casi desde la fundación y lo lograron por resolución 201 del 27 de Septiembre de 1937 publicada en el Diario oficial No.23745, de abril 4 de 1938, en la Presidencia de Ramón Castro.


La reunión inaugural se hizo en el Hotel Rosedal, propiedad del socio Enrique López. De manera intermitente en los Hoteles Europa, Colombia y Bucarica se desarrollaron las reuniones rotarias.


Hoy 90 años después de su primera reunión, el CLUB Rotario de Bucaramanga sigue fortaleciendo la presencia de Rotary International  en nuestra ciudad y el departamento de Santander. Muchos han sido los proyectos desarrollado en temas de salud, de apoyo a la niñez, la juventud y en los últimos años ha fortalecido el microcrédito en el fomento a  emprendedores y microempresarios de la región así como el generación  de medios  a jóvenes que requieren de un crédito educativo a bajo costo.


Por ultimo deseamos presentar el árbol genealógico de los clubes rotarios de Bucaramanga y Santander. Allí se ve como este camino lo comienza con el CR Barranquilla quien apadrina el CR Bucaramanga; el CR Bucaramanga apadrina varios clubes entre ellos al CR Bucaramanga Sotomayor; Este a su vez este club apadrina a  varios clubes entre ellos al CR Bucaramanga ciudad de los parques y este último apadrina el CR E Club Innova Colombia.

 

 

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