PROYECTO DE FILTROS DE BIOARENA EN LA SIERRA NEVADA DE SANTA MARTA

Por; CLARA ELISA VILLA NIGRINIS, Club Rotario de Santa Marta D4271

 

Es la Sierra Nevada de Santa Marta un lugar mágico donde se unen la sabiduría de la naturaleza y la indígena. Cada paso a su interior es un encuentro con su belleza y exuberancia únicas en el mundo. Tiene todos los pisos térmicos, desde el cálido seco hasta las nieves perpetuas de cuyo deshielo nacen lagunas y ríos a 3000 metros sobre el nivel del mar y son alrededor de 29 ríos principales y muchas quebradas. Estos Ríos y quebradas son las que abastecen a los campesinos que allí habitan y es así como niños, adultos y ancianos terminan consumiendo esta agua directamente del lecho del rio.


Beber agua en estas condiciones que no son óptimas, trajo a su población problemas de salud. Es así como el Club Rotario de Santa Marta decide llevar a estas comunidades unos filtros de Bioarena para purificar el agua.


Estos filtros de arena lenta han demostrado poder eliminar casi todos los microrganismos que causan enfermedades, elimina más del 90% de coliformes fecales, el 100% de protozoarios y helmintos, el 50-90% de compuestos tóxicos orgánicos e inorgánicos, hasta el 67% de hierro y manganeso y la mayoría de los sedimentos suspendidos.


Ya elegida la zona y el tipo de filtro iniciamos la primera fase en compañía de nuestros socios, el Club Calgary South de Canadá y el Club de Oakland de EEUU. La sociabilización: escogimos las veredas de Tigrera, Jirocasaca, Minca, Vista nieve, Jolonura, Cacahualito, Rio Piedra y el Campano. El primer impase que tuvimos fue el terreno agreste de la Sierra, sólo podíamos llegar en mulas, motos y algunas veces caminar de una parcela a otra entre 20 minutos a 1 hora entre ellas. En algunas veredas nos ayudamos de las juntas de acción comunal para citarlos en la escuela y en otras tocaba de parcela en parcela. Ya escogidas las 450 familias beneficiadas a las cuales les íbamos a instalar los filtros, para evitar que siguieran tomando el agua tal y como venía del rio, iniciamos la construcción de los filtros. Esta labor se realizó en las instalaciones de nuestro Club. 


Aquí es cuando comienza nuestra osada travesía, empezamos a fabricar los filtros en concreto con un peso de 75 kilos y debíamos subirlos en un camión hasta la Sierra Nevada por unas trochas, lo primero era cargar el camión y entre filtro y filtro colocar cajas de cartón de tal forma en que no se tocaran y quedaran lo mas fijos posible, para que no pudieran moverse por lo irregular del camino y no se quebraran con el movimiento.


Ya listo el camión, comenzamos a viajar al sitio de entrega. Para esto resolvimos llegar a un lugar específico que por lo general era una escuela, ya que era imposible, debido a lo quebrada de la geografia llegar mas alla con el camión. En algunas ocasiones si había llovido se le dificultaba el paso a el vehículo y tardábamos un poco más en llegar. 



Ya en el sitio de entrega, hacíamos una sociabilización y nuestros beneficiarios salían contentos con sus filtros. En moto, en burro o en el hombro, lo importante era poder llevarse el filtro. La comunidad ya estaba consciente de la importancia de consumir agua potable para evitar enfermedades. 


La entrega y puesta en funcionamiento de cada filtro en estas 450 parcelas ha sido una labor Titanica que nos llevó 18 meses completar, la etapa de seguimiento ha sido igualmente ardua e igualmente muy gratificante para nuestro Club. 


Gracias a Dios y a Rotary por darnos la oportunidad de llegar y mejorar la calidad de vida en estos lejanos rincones olvidados por nuestra sociedad.

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