Por;   Ana Mercedes Suarez

CR Cucuta Ciudad de los Árboles

Más de 200 estudiantes de Cúcuta y Norte de Santander se tomaron el Teatro Zulima para demostrar porque el talento en esta región de frontera trasforma vidas.

Dicen que la música es el lenguaje universal, y que es capaz de despertar diversas emociones. Y así es.  Ella, la compañera perfecta a cualquier hora del día o de la noche, la amiga ideal para conversar, bailar, tocar, cantar, acompañar y una lista de verbos que pareciera ser interminable, pero que, cada quien, la asume y la lleva de una manera particular.

Pensar en los orígenes de la música, es hacer memoria, esa memoria que permite comunicar, compartir, actuar y tomarse diversos escenarios con una sonrisa imaginada y soñada por muchos, donde el talento debe ser siempre el invitado de honor, y acá, en esta actividad que enorgullece de manera muy especial al Club Rotario Cúcuta Ciudad de los Árboles, no solo hubo talento, no solo se trasformaron vidas, también quedaron reflexiones que desde los diversos escenarios llegaron al corazón de padres, rectores. maestros, orientadores, entre otros, quienes vieron desde su propia orilla cómo un instrumento, una danza, un canto, son capaces de jugar una buena partida con los sentimientos de quienes tienen plena fe que el futuro debe imaginarse como lo reza la presidenta de Rotary Internacional, Jennifer Jones, cuando afirmó en su discurso de posesión, que “hay que imaginar un mundo que merece lo mejor de nosotros”.

Y esto empezó siendo la idea de un gran maestro: Eduardo Esteban Pérez León, quien ocupa palco de honor al estar en la lista de los 50 mejores maestros del mundo. Puro talento nacional, y mejor aún: Hecho en Norte de Santander, en Cúcuta, conocida además como la Ciudad Verde de Colombia, por la majestuosidad de los árboles, los mismos que hacen parte del nombre de este club que dijo SI a los Talentos que Transforman Vidas. 

Y detrás de un gran maestro, también hay una gestora increíble, una mujer bajita de estatura, pero que tiene un corazón demasiado grande, y siempre comprometida con la causa rotaria Ella, Ximena Caicedo Gutiérrez, tomó la batuta y motivó e inspiró para que este concurso alzara el telón y premiara a esos estudiantes que dijeron: Yo quiero…Y lo lograron.

En escena

Los primeros toques se dieron el día 26 de julio en el Instituto Técnico Guaimaral de Cúcuta, sitio que se escogió para el lanzamiento del Concurso Talentos que Transforman Vidas, el primer Concurso de Talento Estudiantil, dirigido a los estudiantes de los colegios públicos de la ciudad de Cúcuta y del departamento Norte de Santander, además con una motivación bastante especial e inspiradora, abierto a niños y jóvenes en condición de discapacidad.

El objetivo de este concurso era motivar e incentivar el talento, habilidades y destrezas de los estudiantes de la región en canto, baile e interpretación musical; con el fin de rescatar y resaltar el talento de cientos de jóvenes en diferentes disciplinas artísticas relacionadas con la música.

Pero, todo esto, no sería posible, sin el apoyo de la Gobernación de Norte de Santander, Alcaldía de Cúcuta, secretarios de Educación, Cerámica Italia y Docuxer entre otros. Quienes desde el primer momento se unieron a esta iniciativa, de Eduardo Esteban, un joven maestro, que adelanta su Doctorado en Educación en la Universidad Simón Bolívar.

Talento innato

Desde el 26 de julio y hasta el 4 de octubre, cientos de niños, jóvenes de los colegios de Cúcuta y del Departamento, ensayaron, se prepararon y poco a poco se iban aproximando al gran día. A ese 4 de octubre, donde en uno de los teatros más representativos de la ciudad, el Teatro Zulima, se dieron cita, papás, docentes, rectores, entrenadores, entre otros. No se trataba de un Reality…Esto era una realidad, un sueño imaginado, donde los pasos de concursantes con discapacidad física demostraron que para bailar solo se necesitan ganas, donde alguien quien no pudo ver la emoción de los asistentes les dijo a Que bonita es esta vida¸ escenario donde una de las concursantes pasó de un instrumento a otro, con la facilidad, que un joven narró a ritmo de música, la tradición cafetera de la ciudad. Y la lista es interminable, porque cada uno de ellos dejó muchas enseñanzas y aprendizajes. Igualmente, las tablas del teatro que han visto desfilar cientos de artistas, fueron testigos ese 4 de octubre de una página que empezó a escribirse a ritmo de música.

Un día para no olvidar, porque desde la motivación de la presidenta del Club Rotario Cúcuta Ciudad de los Árboles, Ana María Cáceres, también muy comprometida con la filosofía Rotary: “Dar de sí antes de pensar en sí”, invitó a los 13 finalistas a tomarse el escenario, y así fue. Todo comenzó a las 9am y a las 11am, fue muy emotivo ver esas caras llenas de emoción, de orgullo, de ganas, y especialmente de puro talento que empezó a transformar la vida de cientos de personas que desde su profesión sueñan e imaginan con cambiar el mundo, y sencillamente ya empezaron, porque, quienes ganaron se dieron cuenta que el talento es de esos amigos fieles y constantes, que permanece, hasta en los momentos más difíciles…Y si…Transforma vidas.