TECNOLOGÍA Y HUMANIDAD

Por; Zonia Marulanda Plata. Presidenta Club Rotario de Fonseca 2022-2023

 

 

“Temo el día en que la tecnología

sobrepase nuestra humanidad;

el mundo solo tendrá una generación de idiotas".

( Albert Einstein)

La  tecnología va a pasos tan agigantados que hoy por hoy casi toda la actividad humana, sin mayores excepciones, está asociada con algún avance tecnológico. El mundo funciona y depende de la actividad digital y ya es imposible que  se mueva sin la permanente y necesaria conectividad.

La tecnología brinda apertura a nuevas posibilidades: al crecimiento de la industria, al desarrollo empresarial, conocimiento del mundo, aprendizaje de un idioma, ahorro del tiempo, el dinero y el espacio, la comunicación verbal desde cualquier parte del planeta; la  consecución de trabajo, las múltiples formas de entretenimiento, las celebraciones a distancia, comprar sin salir de casa, tener el robot doméstico y tantas cosas más.  En el campo de la medicina, la innovación en máquinas especializadas para prevenir y detectar enfermedades, para tratamientos, cirugías y medicamentos.

La modalidad del trabajo virtual que nació hace algunos años y  creció a raíz de la pandemia, tiene muchas ventajas: no hay  que arreglarse tanto para ir a trabajar, se puede estar en piyama y a pie descalzo, se trabaja desde cualquier lugar del globo y por obvias razones, rinde más el tiempo y el dinero. Pero todas esas bondades también están acompañadas de algunos efectos que pueden ser deletéreos; por ejemplo, el empobrecimiento del componente humano en todas las disciplinas, la falta de relación con el entorno, el abrazo del amigo, estrechar la mano al compañero, sonreír  mientras disfrutan el café, el contacto cara a cara, los gestos, el chiste; en fin,  las relaciones se vuelven frías por la falta de socialización presencial.

El aislamiento, en algunos casos, produce nostalgia o depresión; además, se necesita autodisciplina para no exceder el tiempo de trabajo, no alterar el horario de comidas, ni caer en la vida sedentaria que tanto afecta la salud.  Aunque, definitivamente, el mundo ya no puede moverse sin internet, no hay que caer en la adicción, ni en la dependencia tecnológica, sobre todo de las redes sociales que muchas veces alimentan el ensimismamiento, producen ansiedad, pérdida de la comunicación familiar, frialdad en las relaciones, se abusa de la desinformación y los comentarios inapropiados que terminan haciendo daño, sobre todo a muchos jóvenes.

 “El hombre es víctima de su propio invento.” Dicen los entendidos que la sociedad se ha vuelto más perezosa y menos inteligente. Las palabras de Albert Einstein que encabezan este escrito, realmente, preocupan. Es que cuando no hay conectividad, la ciudad, el país, el mundo se paraliza, nada funciona; entonces, se acelera la ansiedad de los nomofóbicos, se cae la banca, no se puede hacer ningún tipo de transacción comercial, ni legal, ni de salud, no hay como pagar los servicios domiciliarios, no se puede hacer nada hasta que vuelva la conexión.

Y mientras tanto, qué pasa con la esencia del ser humano? Su mente está dormida, permanece impotente, se considera inferior a la máquina, porque ella es la que guarda el contenido, los números, las imágenes, calcula, mide, saca las cuentas, da saldos, expide el recibo, da las direcciones, recuerda la fecha, la hora; solo hay que pulsar teclas y botones y sin que hagamos el mayor esfuerzo aparece el resultado.

Será cierto que la tecnología, también, coarta la imaginación, la creatividad, hasta la libertad de expresar los sentimientos? Pues, ya no es necesario escribir una felicitación, un reconocimiento, unas condolencias, porque todo está escrito, solo se selecciona, se copia y se envía.  Estamos hablando de adicción tecnológica, deshumanización, de pérdida del poder mental? Vale la pena prestarle  atención a esto, sin dejar de darle importancia a lo que es importante y sin pretender que se va a detener el avance y el progreso. No se trata de eso; solo hay que pensar, dosificar, rescatar valores perdidos, controlar la visión de mundo.

“Por qué esta magnífica tecnología científica,

que ahorra trabajo y nos hace la vida más fácil,

nos aporta tan poca felicidad?

Porque aún no hemos aprendido a usarla con acierto”

dice Albert Einstein.

Por eso, invitamos a los jóvenes a que no permitan que su mente se duerma, ni su creatividad se opaque, que no se desvinculen de quienes los puedan impulsar; ahí está Rotary, donde prima la amistad, se practican los valores, el compañerismo, el encuentro cara a cara, hay gente de acción; el rotario se reúne, planea, ayuda, es compasivo.

Rotary tiene programas para que  los jóvenes interactúen; a través de seminarios forma líderes seguros, capaces de enfrentar retos y romper paradigmas hasta alcanzar sus metas sin dejarse absorber por el montón; utiliza la tecnología  para optimizar sus procesos, para ser más eficiente, imposible hacerlo de otra manera; pero no cae en ningún exceso, se preocupa por fortalecer cada vez más la parte humana y la capacitación a través de las reuniones semanales, seminarios, la Conferencia, el Instituto, la Convención, intercambios rotarios de amistad y algo bien importante, en Rotary tanto el joven como el mayor, es valorado, es reconocido y respetado, porque en Rotary prima la Diversidad, la Equidad y la Inclusión.

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