Por;  Juan Carlos Santacruz G., Socio Club Rotario Pasto

1972 fue un año bisiesto que Iniciando un sábado se volvería histórico, porque en noviembre de ese año, en la ciudad de Pasto, 17 líderes de la región se convirtieron en socios fundadores del primer CLUB ROTARIO de esas tierras del suroccidente colombiano. Nariño le abrió las puertas al trabajo institucional de Rotary Internacional, con sus principios fundamentales de SOLIDARIDAD, HUMANIDAD y SERVICIO.

De aquellos 17 pioneros, sólo Augusto Sarralde y Roberto Eraso y sus familias, son los testimonios que hoy, luego de 50 años, siguen haciendo evidente su disposición y vocación de servicio. 

Desde sus inicios, contribuir a la salud de los Nariñenses ha sido una bandera fundamental para el Club Rotario Pasto y entre las diferentes entidades de salud a las que se ha apoyado, se encuentra el Hospital Infantil “Los Ángeles”, quien ha recibido apoyo en la construcción y dotación de su sala del Pabellón de “Infectocontagiosos”, la construcción y dotación del Pabellón de Urgencias y su primera sala de fisioterapia, entre otros proyectos.

Dado su interés por la salud, el Club ROTARIO PASTO trabajó apoyando al Centro de Educación Especial para Niños –CEHANI- con la construcción de dos piscinas, que han permitido fortalecer su quehacer y las condiciones para la atención de personas en situación de discapacidad y de rehabilitación funcional.

El “Asilo de Ancianos San José”, la Fundación “El buen Samaritano” y la “Liga Nariñense contra la Epilepsia”, han sido organizaciones a las que se les ha brindado apoyo con la dotación de diferentes equipos técnicos. 

En la cárcel de mujeres, el Club ROTARIO PASTO jugo un papel importante con la creación de la empresa asociativa de confecciones “El Buen Pastor”, permitiéndoles ingresos económicos a las reclusas que trabajaban en procesos de resocialización. Así mismo, la dotación de máquinas de coser a la Cruz Roja y la Casa del Joven del “Centro Comunitario la Rosa” les permitió importantes emprendimientos. Frente a las amenazas naturales y de otro tipo de emergencias, el Club también ha trabajado, con el apoyo de Bomberos sin Fronteras, en la dotación de implementos y equipos para los Bomberos de siete municipios: Barbacoas, Tumaco, Samaniego, Ancuya, Sandoná, San Pablo y Pasto. 

La apuesta por la educación ha sido un objetivo del CLUB ROTARIO PASTO. Varias han sido las fundaciones que el Club ha apoyado en sus procesos misionales: el proyecto pedagógico de “Hermanas Somascas”, “Hogar infantil La Milagrosa”, “Escuela de artes y oficios Proinco”, “Hogar María Nazareth”, entre otras organizaciones, que trabajan en procesos pedagógicos con distintos grupos.  

En estos últimos años, el CLUB ROTARIO PASTO ha apostado por procesos transformadores, con programas que garanticen mejores condiciones para los procesos formativos de niños y jóvenes. Desde el 2006, el programa,” Ruedas del Futuro”, viene contribuyendo a disminuir esos índices de deserción escolar, toda vez que con la entrega de bicicletas a las entidades educativas, los estudiantes no solo han mejorado sus condiciones de transporte, sino que también han mejorado su rendimiento académico y cuentan con un pretexto para disfrutar de una nueva práctica deportiva como es el ciclismo.

La otra apuesta ha sido el desarrollar una escuela de liderazgo con los mejores bachilleres de la ciudad. El programa BACHILLER ROTARIO, ha valorado, reconocido y premiado a los mejores entre los mejores bachilleres de Pasto. Desde el 2007, el programa se fortaleció como una escuela de liderazgo, el cual brinda herramientas para que cada uno los estudiantes afinen sus proyectos de vida, conozcan más los procesos histórico-culturales de la región y que, independientemente del camino profesional que opte cada uno, puedan asumir un mayor compromiso social y de servicio con la región. 

Más allá de hacer una reseña de cada una de las obras que ha realizado el CLUB ROTARIO PASTO en estos 50 años, es importante resaltar que ha sido el compromiso de cada uno de quienes integran esta familia, los que han hecho posible que el espíritu de servicio se mantenga. Que cada día se avive el valor de la solidaridad. Hoy, 32 personas, entre mujeres y hombres, siguen apostando al sueño de esos 17 pioneros que les abrieron el camino.