CUARENTA Y SEIS AÑOS EN ROTARY

Por; Atilio César Urina Daza
Socio activo Club Rotario de Armenia

 

Estoy incrustado en el club Rotario de Armenia hace 46 años, viviendo a Rotary día a día, alimentándome con el dulce néctar de “dar de sí, sin pensar en si” savia que nutre el árbol llamado Rotary International.

Escuche las remembranzas de José Antonio Salazar en su magnífica disertación con motivo de los ciento dieciséis años de Rotary. Senti nostalgia de ese rotarismo dorado que me formô. Pero los tiempos han cambiado, los hechos se suceden y también Rotary cambio, varios acontecimientos lo motivaron, entre otros, la globalización y el advenimiento de la mujer a Rotary.
¿Qué época fue mejor? Aquella hermosa de obras trascendentales en los cuales la rueda dentada quedaba esculpida como marca indeleble” per sempre”, o esta que estamos viviendo en la actualidad: oportuna, abundantes o escasas, pero al fin obras que semejan un rosario de intenciones para mitigar en algo la necesidad del prójimo.

Un ejemplo, en esta pandemia nuestros socios, sin escatimar los riesgos que esto implica, de barrio en barrio reparten auxilios, ropa, drogas, alimentos etc., cambiando la expresión triste de una cara sombría en una afable sonrisa que se recibe como recompensa y estimulo para proseguir la faena, pero si, mostrando siempre el escudo de Rotary en la camiseta como emblema y señal de amor y compromiso.

¿Que fue mejor? ¿Lo antiguo o lo nuevo? Busquemos el equilibrio en sus justas proporciones. ¿Qué dirán los jóvenes cuando tengan cuarenta y seis años de rotarismo?

Lo importante es que Rotary cumplió y seguirá cumpliendo.

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