EL FUTURO DE ROTARY Y LA GENERACION DE LA ESPERANZA (Primera parte)

Por; PDRI José Antonio Salazar Cruz

 

Después de este luctuoso año en donde la señora muerte se paseó todo el mundo, respirándonos en la nuca, todos hemos perdido a alguien cercano y el trofeo que podemos exhibir frente a la pandemia es estar vivos, el mundo está al revés y el futuro será de grandes paradojas.

En medio de esta cacotopía casi universal, hoy seguramente oiremos acerca de muchos logros que darán motivo para celebrar, pero yo empezaré con el más grande de ellos que ha pasado desapercibido: Cada día que suceda, cada hora, cada minuto, estaremos marcando un nuevo hito en un mundo libre de Polio.  Desde el 21 de enero de este año, no hemos tenido, ÓIGASE BIEN, ni un solo caso de ningún tipo de Polio en este convulsionado planeta. 129 días sin ningún caso es un record que superamos cada día y hasta ahora no he oído ninguna celebración…Pido un gran aplauso, al mejor estilo del inolvidable Frank, para los rotarios visionarios que comprometieron a Rotary en la campaña por un mundo libre de Polio, a quienes en lugar de seguir regalando sillas de ruedas y pulmones artificiales, se decidieron por la vacunación, eliminando la causa de la enfermedad…..¡Que se vean en la pantalla las manos aplaudiendo!

En cambio, Bill Gates, el gran patrocinador de último y oportuno momento, si ha celebrado y seguramente el mérito final de la erradicación será para su fundación porque quiere y tiene con que hacer una gran campaña. Nosotros los rotarios, como lo he dicho desde hace años en una frase que hace carrera, “No sabemos cacarear el huevo”. Varias veces he preguntado a la audiencia, ¿quiénes han comido huevos de bacalao? La respuesta ha sido magra. Si acaso un par de manos de exquisitos y exóticos sibaritas se levantaron. La hembra del bacalao lanza en cada desove hasta 10 millones de huevos. Una gallina solo pone uno cada vez y con contadas excepciones, todos hemos comido sus huevos. ¿Cuál es la diferencia? La gallina pone el huevo y lo cacarea… todo el vecindario se entera y lo busca…Una lección más de mercadeo que debemos aprender de la madre naturaleza.

IMPORTANCIA DE LA CAPACITACIÓN

Nunca he creído en Buenos y Malos Rotarios. Buenos Rotarios son quienes a través de la capacitación han encontrado el camino del servicio y malos aquellos desangelados que no han tenido quien los acompañe en el camino del servir.

Hoy estamos aquí para construir futuro. “El hombre es el único animal capaz de forjar su futuro” reza una antigua definición. Amigos Rotarios: se capacitan para servir y cambiar vidas. Lindo soñar en cambiar el mundo pero más bello es saber que podemos cambiar con nuestra acción siquiera una sola vida.

LA CAUSALIDAD:

Estamos aquí porque somos herederos de un pasado glorioso que otros construyeron y porque somos responsables de vivir nuestro presente y construir futuro para quienes nos sucedan. Como enseñan los libros sagrados de la India, tierra mística de nuestro próximo presidente Shekar Metha,  el  hoy es consecuencia de nuestro pasado  y causa de nuestro futuro.

Tenemos que salir de aquí convencidos de que en virtud del principio de la causalidad – que según vimos todo tiene una causa- los problemas también tienen una causa. Descubrirla, analizarla, es la base de la solución. Los árabes, maestros de la algoritmia enseñan que “no hay problemas mal resueltos sino mal planteados”. 

RESPONSABILIDAD POR LA ACCIÓN Y LA OMISIÓN

Tenemos que crear conciencia de nuestra responsabilidad como líderes y actuar en consecuencia sabiendo que sirviendo cambiamos vidas como dice el lema rotario del próximo año; pero también sabiendo que no sirviendo como es debido podemos dañar vidas…

Hemos dicho que todo lo que hacemos o dejamos de hacer trae consecuencias para otros, para nosotros mismos, para nuestro entorno. Para bien o para mal, afectamos con nuestras acciones las vidas de personas que tal vez no conocemos ni conoceremos nunca de manera personal. De allí la importancia de actuar correcta y oportunamente. Tener conciencia de esta influencia, y de la manera en que nuestra conducta nos hace mejores y más responsables, nos conduce a nuevas cimas de excelencia, como ciudadanos y como rotarios.

Hablemos ahora de algo que normalmente evadimos o pasamos por alto: La responsabilidad por la omisión. Nuestras omisiones, tanto o más que nuestras acciones, pueden significar la diferencia entre la vida y la muerte para los niños desamparados de la India, para las parturientas del África subsahariana, o para los desempleados de la América vociferante.

Nuestra generosidad puede significar la educación de una niña que de otra manera estará condenada a la explotación sexual, esa infame forma de esclavitud. Nuestra experiencia financiera nos puede facilitar el proceso de suministrar el microcrédito que permitirá a un desempleado ganarse la vida honradamente sin tener que emigrar ni recurrir al delito y la violencia para sobrevivir.
Nuestras omisiones son la diferencia de vida para muchos. Llevad este mensaje en vuestros corazones y transmitidlo a vuestros amigos, con la certeza de que ¿quién, sabiendo esto, mirándote a los ojos, no estará dispuesto a ayudar?

Acción y Omisión, he aquí el panorama completo de nuestra responsabilidad.

LA IMPORTANCIA DE LOS CLUBES ROTARIOS:

Amigos presidentes. Después de una larga y fructuosa vida en Rotary, después de haber ocupado todos los cargos posibles excepto la Presidencia Mundial, debo confesarles que el mejor cargo de todos fue la Presidencia del Club. Allí aprendí a servir a mis amigos; allí aprendí los fundamentos de la organización y pude practicar todos los valores inmutables que la han hecho grande: amistad, servicio, liderazgo, respeto, comprensión  y sobre todo comprendí que “si aspiraba a la felicidad, no debía esperar a la gratitud”. Este proverbio persa lo tenía mi papá escrito en el frontis de su despacho y como me ha sido de utilidad a lo largo de los años. “Si aspiras a la felicidad, no esperes a la gratitud”.  Esos aprendizajes me han acompañado toda mi trayectoria y haberlos aprendido en la presidencia de mi club son la mayor recompensa jamás recibida.

TODO OCURRE EN LOS CLUBES

Sépanlo y entiéndanlo, como decían las mamás de antes, que todo lo que ocurre en Rotary ocurre en los clubes. Los clubes son el alma y vida de la organización y sin ellos Rotary no existiría o sería otra cosa. Por eso no estoy de acuerdo, aun siendo el iconoclasta disruptor que ustedes conocen, con quienes pretenden que el club debe adaptarse a los rotarios y menos con quienes creen que Rotary debe adaptarse a los caprichos de la mutante juventud. Al contrario, somos los rotarios y los jóvenes quienes debemos adaptarnos al club, si bien podemos aportar cambios pero que no modifiquen su estructura ni atenten contra sus valores fundamentales.  Cuantas veces se han intentado esos cambios sustanciales se produce una ruptura en la organización con la consiguiente pérdida de socios y la inadaptación de los recién llegados que terminan yéndose confundidos. “Ni fu, ni fa”. “Ni chicha ni limonada”, decía algún político colombiano.

La evidencia estadística así lo demuestra. Desde cuando se pretendió modificar la estructura de los clubes en el Consejo de Legislación de 2016, al que orondamente se le llamó el “Consejo de la Flexibilización y de la Juventud”, a partir de allí, año en el cual habíamos alcanzado el más alto número de socios, 1.206.029, los clubes no fueron los mismos. No entro en el análisis de los cambios, me baso en la evidencia de los resultados y no hemos parado de disminuir el número de socios: (Diapositiva) 1.202.938 en el 2017; en el 2018, 1.195.107; 1.189.466 en el 2020 y los actuales 1.174.890. 

Sin embargo, paradójicamente el número de clubes no ha dejado de crecer desde el 2004, 32.257 a los 36.159 que se reportan hoy en día. La altísima rotación de estos nuevos clubes preocupa.

Rotary YeCCluar        Rotary Clubs     Rotarians
2004 - 2005         31,958         1,195,849
2005 - 2006         32,257         1,192,239
2006 - 2007         32,469         1,193,088
2007 - 2008         32,722         1,194,513
2008 - 2009         33,115         1,206,066
2009 - 2010         33,574         1,206,419
2010 - 2011         33,884         1,202,063
2011 - 2012         34,106         1,196,423
2012 - 2013         34,565         1,202,151
2013 - 2014         34,578         1,185,074
2014 - 2015         34,773         1,188,539
2015 - 2016         35,119         1,206,029
2016 - 2017         35,423         1,204,577
2017 - 2018         35,656         1,202,938
2018 - 2019         35,681         1,195,107
2019 - 2020         35,890         1,189,466
2020 - 2021                        36,159                    1,174,890

Hay un efecto todavía peor y es el desinterés de los Clubes en la reglamentación de la organización. Hay una tremenda apatía para participar en toda discusión académica y la prueba fehaciente la tenemos analizando las cifras del COL 2019: 117 propuestas de solo 18 países participantes. Menos del 10% del potencial. 57 propuestas de la Junta Directiva, 23 de Japón, 16 de India, 13 de USA, 2 de Canadá. Otros países presentaron 18.  América Latina: 3 propuestas, dos de Brasil y una de Argentina. Los demás no participaron.

Insisto en que los clubes no deben cambiar. Deben adaptarse en su operación a los tiempos como lo hemos hecho en esta época de la obligada virtualidad pero la esencia debe permanecer para que todos sepamos en donde estamos hoy y en donde amaneceremos mañana. La incertidumbre de los cambios afecta a las personas y no olvidemos que todo lo que hace el club lo hace la membrecía. 

A principios del 2018 pregunté al varios líderes mundiales de Rotary si se unirían a Rotary si fueran invitados ahora. Algunos dijeron abiertamente que no, solo dos que sí y los mas guardaron sorprendidos prudente silencio. Contéstense a si mismos, in pectore, los veteranos.

Preocupa que no aprendamos. Se cumple aquello de que “La Historia es una maestra sin discípulos”. Estamos ahora oyendo hablar al pasado presidente Barry Raisen, quien lideró la promoción de los Rotaract a Rotarios y la doble afiliación, de aumentar el número de Distritos agrupando hasta 20 clubes rotarios incluyendo a los clubes Rotaract,  lo cual con el promedio mundial daría algo así como 650 socios, cuando apenas hace un año la tendencia era disminuir y fusionar a los distritos de menos de 1500 socios. Con la nueva política no importa el número de socios sino el número de clubes.  ¿Que llevó a la Directiva de Rotary ese abrupto cambio de opinión? Cuando estaban equivocados: hace cuatro años o lo estarán ahora. “Amanecerá y veremos”, dice el refranero popular.

Pero hasta aquí llego, afirmando que para   tener buenos cristianos no necesitamos cambiar los diez mandamientos de Moisés ni mucho menos inventar más. Podemos inclusive reducirlos, (para la mayoría de las mujeres son 9) pero lo que sí hay que hacer es cumplirlos. No necesitamos más reglas en Rotary. Podemos hacer más sencilla la vida de todos, pero cumplamos.  

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