¿ESTAMOS PREPARADOS PARA EL CAMBIO?

Por; PGD Consuelo Oviedo de Reyes - Instructora Distrital 4281

 

Para ninguno de nosotros es un secreto, que nuestra organización Rotary International, ha venido cambiando para irse adaptando a las nuevas circunstancias de esta época. El Rotary de hoy, no es el mismo de 1.905.


Vale la pena que nos preguntemos si nosotros estamos contentos con esos cambios, si los aceptamos, si somos conscientes de la necesidad de ellos o si simplemente convivimos con las circunstancias.


Podemos observar que las organizaciones que han podido transcender en el tiempo y que son exitosas, son organizaciones que se proyectan a un futuro, y que cambian constantemente con el objetivo de ser más eficientes y de lograr nuevos objetivos; esto no es fácil, porque cualquier cambio es intimidante, puede llegar a paralizarnos y pensar que todo tiempo pasado fue mejor. Es necesario reflexionar  que el cambio no es trabajo de una sola persona, se requiere de la voluntad y el deseo de todos, también es importante tener en cuenta que pueden existir diferentes caminos para lograr esos cambios.


En la implementación de los cambios intervienen tres factores que son muy importantes: por un lado, el líder o grupo de líderes que proponen y gestionan el cambio, por otro lado, hay que dar a conocer las ventajas que a futuro traerá ese cambio para la organización y por último saber que hay múltiples formas que nos permitirán lograr esos cambios.


Ahora reflexionemos sobre algunos de los atributos que debe tener un líder de cambio, miremos cuál o cuáles de esos atributos poseemos y cuál o cuáles debemos implementar. El líder de cambio debe tener VISIÓN, es decir proyectar la organización a futuro, viéndola muy exitosa y sobre todo saber qué hacer para llevarla allá. También tiene que CONECTAR CON LAS PERSONAS, saber trabajar en equipo, motivar a los integrantes de este para que se integren y colaboren, dejar a un lado los egos, pensar más en la organización y menos en ellos mismos. Rotary en su plan estratégico, en la cuarta prioridad nos habla del involucramiento de los participantes. Tienen que ser grandes MOTIVADORES, y esto lo logran con su ejemplo. Deben ser EXCELENTES COMUNICADORES, para poder explicar los beneficios del cambio y el impacto que esto tendrá. Además, deben ser ORGANIZADOS Y DETALLADOS EN SU PLANIFICACIÓN y saber DEMOSTRAR EMPATÍA, es decir conocer los sentimientos y experiencias de los miembros de su equipo, ponerse en sus zapatos.


Ya sabiendo cuáles son los atributos que debemos tener como líderes de cambio, viene otra reflexión: ¿estamos preparados para el cambio? Conocer nuestra propia disposición al cambio es muy importante para poder gestionar el cambio de los demás. Pensemos un poco que tan fácilmente aceptamos los cambios, o cuánta resistencia colocamos a los mismos. Pensemos en una línea dónde en un extremo están esas personas que no aceptan los cambios, en el otro extremo están las personas completamente abiertas a los mismos y en la mitad encontramos aquellas personas un poco más analíticas, que se demoran mirando los pro y los contra de los cambios, pero que al darse cuenta de lo significativos que pueden ser, aceptan dichos cambios con gusto. Entonces, en ¿cuál de esos grupos se encuentra cada uno de nosotros?


Finalmente, quiero decirles que cambiar no es fácil porque estamos acostumbrados a la comodidad, a la tranquilidad, a que las cosas rueden por sí mismas, pero si queremos que nuestra organización perdure en el tiempo, tenemos que irla adaptando a las nuevas circunstancias, tenemos que hacerla más flexible y asequible a todos los grupos poblacionales que vivan nuestros mismos valores, que realmente introyectemos el llamado que Rotary  nos hace a aceptar la diversidad practicar la equidad y la inclusión, es la mejor forma de “Servir, para cambiar vidas”

PARTICIPE Y COMENTE ESTA PUBLICACIÓN