Por; EGD MARÍA DORIS LOPERA M.

Resulta complejo escribir sobre el tema de la Gratitud, algo que me es imperativo después de haber vivido una experiencia tan difícil como fue haberme enfermado del virus COVID19, lo que me obligo a estar hospitalizada en la temida unidad de cuidados intensivos, pero al cabo de los días y por designio divino me recuperé y sigo recuperándome aun, retomando mis actividades normales dentro de lo que me está permitido hoy, como normal.

Nunca pensé que la palabra intermedio, que no es ni el principio, ni el final de algo, significara tanto para mí y fuera tan esperanzadora, cuidados intermedios fue la señal de que podía salir adelante y volver a mi vida. Lo logré. Y di gracias a Dios y pensé él sabe para que me tiene aquí.

Sin embargo, no todos los que ingresan a una institución de salud con este diagnóstico lo pueden lograr, por eso, quiero expresar mi solidaridad con todas las familias que han perdido un ser querido en estas circunstancias, amigos cercanos, compañeros rotarios, colegas y conocidos, así mismo a quienes como yo, vivieron la dramática experiencia de haberse enfermado y puedan estar lidiando ahora con secuelas de la enfermedad.

Es por eso que sentí la necesidad de hablar sobre la gratitud, expresarles mi gratitud, esa actitud de cada uno, que nos eleva a dignificar y apreciar todo lo bueno, positivo, bondadoso y generoso que nos ofrece la vida. Tantas bendiciones.

Me siento agradecida con la vida que me dio una segunda oportunidad y créanme, que tuve mucho tiempo para reflexionar sobre lo que habían sido mis días. Gracias Vida.

Gratitud con mi familia que siempre está en primera fila acompañándome en todo lo que emprendo. Gracias Familia entera. Con los amigos, compañeros de trabajo que se solidarizaron de la mejor manera durante la crisis. Hubo un movimiento de mensajes de gente conocida y otros que no muy cercanos, pero a partir de ese momento se acercaron a mi corazón, regalándome mensajes muy emotivos y valiosos, de los nuestros y aquellos, con pasaporte extranjero también. Gracias a Todos.

Gracias a mis amigos rotarios, con los que hemos compartido el gran compromiso de servir a nuestros semejantes, compañeros de tantos clubes, de tantos países, y de tantas campañas en las que hemos trabajado, gracias por sus deseos sinceros y amorosos por mi recuperación. Muchas Gracias Rotarios.   

Gratitud obligada con todo el personal de la salud que me atendió, médicos, enfermeras, y auxiliares, a quienes no alcanzo con palabras de decirles lo inmensa que es su labor, y su entrega con todos los pacientes que como yo nos ponemos en sus manos para recuperar nuestra salud.

Un reciente artículo de prensa nacional formulaba esta pregunta: ¿A dónde se fueron los aplausos? refiriéndose al olvido en que dejamos caer, después de un año a los trabajadores de la salud que siguen, día tras día, sin derecho al descanso para aliviar su cansancio, ayudando a todos los pacientes, en especial, ahora que se agudiza la pandemia. Gracias Infinitas para el heroico personal Médico.
Esta situación tan extraordinaria me permitió entender que, si tenía otra oportunidad debía aprovecharla al máximo, con la certeza de haber recargado suficiente fuerzas y motivos para lograrlo.  Gracias a Dios y a este alto en mi camino, porque puedo afinar el siguiente Destino.