LA MEJOR ENSEÑANZA DE LO QUE SE VIVE

Por; PGD Jaime Humberto Solano

 

 

Es necesario reconocer que estamos viviendo una nueva etapa de crisis por los resultados de la tercera etapa de esta pandemia, etapa en la que para la mayoría de personas hay estrés angustia y de acuerdo con lo que pensemos, estaremos sintiendo momentos de crisis o momentos de oportunidad. Deseo resaltar tres comportamientos que he compartido con mis amigos rotarios de esta situación que estamos viviendo:

1. Debemos vivir sabiendo que existe un objetivo en la vida y si vivo reconociendo esto, la existencia será vivida con la novedad del primer día y con la responsabilidad de entender que puede ser el último. La pandemia llego como la muerte, sin avisar y de allí nuestro deseo del  “Quiero un tiempo más para”.  Pues es el momento de aprovechar esos deseos por hacer lo que siempre ha anhelado: Di lo que querías decir, expresa sus afectos a quien lo merece, ayuda a quienes deseas ayudar. No pierdas tantas oportunidades de hacer lo que siempre has deseado.

2. Los valores terrenales ya no son lo prioritario: Llegó un momento en la vida, en donde por más dinero que se tenga ó comodidades que se posean no tienen tanto valor como su salud, sus amigos, su familia.  Ya comprendimos en la realidad,  lo que significa vivir un encierro con mi familia, con mi pareja, con mis hijos y demás familiares. Si la familia es nuestro mayor tesoro, la vida nos ha dado la oportunidad de conocernos a mayor profundidad y a aprender a confrontarlos de una manera más asertiva.

3. Estamos en espacio de quietud y de silencio: Ante el ajetreo cotidiano, donde estábamos pidiéndole minutos a la vida, para hacer muchas cosas que en la congestión no era posible,  ahora cuando la vida nos da ese tiempo (obligado), nos sumergidos en la angustia de hacer y olvidamos el disfrutar con pasión nuestra labor cotidiana.  Vivimos un estado de agotamiento físico y mental que se genera como consecuencia de sentimientos negativos constantes que se desarrollan en nuestras labores que desarrollamos y en la imagen que se tiene de nosotros mismos.  Hoy sentimos en nuestros compañeros rotarios una sensación de cansancio ante las reuniones virtuales, de querer hacer presencialidad en las comunidades. Esta situación no es mala del todo: El cansancio que sentimos nos hace detenernos y reconocer que es una gran oportunidad de reinventar nuestras reuniones compartiendo con otros clubes rotarios, con rotarios de otras ciudades ó países y conocer como desarrollan su experiencia de ser Rotarios. Debemos los rotarios dejar de ser grupos o clanes  e integrarnos en diversas actividades al servicio de la comunidad. Recuerde que los nombres de los clubes solo los sabemos quiénes somos Rotarios. Para la comunidad somos todos iguales.

Estamos en un momento de reflexión pero, no olvides: no está en pandemia la alegría, ni el amor, ni la solidaridad. Éste puede ser el momento más difícil o el de mayor aprendizaje de tu vida, pero también está en tus manos el que sea la gran oportunidad para tu crecimiento como es considerado por tantos que como dicen “se reinventaron”.

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