Por; PGD Jaime Humberto Solano Ruíz 

Los rotarios estamos llamados a vivir la amistad con nuestros compañeros de club, aceptando las diferencias entre nosotros y fortaleciendo lazos de comprensión y fraternidad. Esta vivencia de la amistad, es la que genera el deseo de compartir nuestra vida con el prójimo, ejerciendo acciones de misericordia.

Para algunos la misericordia es lastima, lo que es un error ya que hablar de lastima es despertar un  sentimiento pasajero de compasión provocado por las situaciones difíciles de otras personas, pero NO se actúa en buscar una solución a  sus necesidades. Para los Rotarios la misericordia es la capacidad  de acercarnos al necesitado, comprenderlo y ser solidario con su vivencia pero  generando acciones para que se sienta incluido en una sociedad, enfrentando sus necesidades y así poder proyectar caminos de solución a sus carencias,  mediante la gestión de recursos que le permitan en el futuro ser capaz de gestionar soluciones a sus necesidades.

La misericordia para los Rotarios es una invitación a  no juzgar las condiciones adversas de los demás sino ayudar a construir un mejor mundo a su alrededor. Quien vive la misericordia es feliz porque puede ver con el tiempo, como el prójimo va generando capacidades para enfrentar los retos de la vida. Para quien fomenta la misericordia, sabe que  no requiere una retribución por el acto realizado y si lo hubiera nada sería mejor que recibir del prójimo unas gracias o sencillamente una sonrisa que fortalecer el alma.

Bien decía el papa Francisco que “Un poco de misericordia hace al mundo menos frio y más justo” o cuando manifiesta que “La misericordia es una acción concreta del amor que, perdonando, transforma y cambia la vida”. 

Nuestro ideal de servicio sigue hoy más vigente que nunca. Nuestras comunidades deben ser llenadas del espíritu de la misericordia, del espíritu de hacer vivir al otro con alegría todas las oportunidades que brinda la vida.