Juan David Mantilla Oliveros - Representante Distrital Rotaract
Distrito 4271 – RY 2019-2020
La rápida adaptación a las circunstancias de salud pública por las que está pasando el mundo va a depender entre otras cosas de los grupos de apoyo que tengamos para afrontar cualquier tipo de situación que consideremos conflictiva, no solo en la lucha contra el virus, sino también la convivencia en los espacios de cuarentena preventiva.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el concepto de salud se entiende como: “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. De esto se deriva que, la salud mental es un componente integral y esencial de la salud, por lo que resulta lógico afirmar que no existe salud, sino hay salud mental. La OMS declara que un individuo es sano mentalmente, siempre que sea consciente de su potencial, cuente con habilidades de afrontamiento a las tensiones normales de la vida, trabaje de forma productiva y contribuya al desarrollo de su entorno.
La OMS de igual forma presenta el modelo de promoción de salud mental, el cual se puede entender como un proceso que habilita a las personas a ganar control sobre los determinantes de su salud: el tipo social (salario y condiciones de empleo, redes de apoyo, educación, servicios de salud, ambiente físico, cultura); de tipo psicológico (habilidades de afrontamiento, desarrollo cognitivo); y los de tipo biológico (desarrollo físico durante la infancia, herencia, género). De manera que puedan mejorarla y consecuentemente vivir una vida activa y productiva (Lindström & Eriksson, 2006).
En este mismo sentido presenta también el concepto e importancia de los activos para la salud dentro de la promoción en salud mental, los cuales proponen comprender los factores que contribuyen a que las personas mantengan y aumenten su bienestar mental en todas sus dimensiones, antes de que posiblemente inicie alguna patología, es decir, busca ese factor o recurso que potencie la capacidad de las personas, de las comunidades y de las poblaciones para mantener la salud y el bienestar, reconociendo los talentos, habilidades, intereses y experiencias de cada uno”. (Juvinya-Canal, 2013).
Como socios de Rotary y gente de acción que conecta al mundo, no podemos estar ajenos a la situación que se presenta, y una de las formas que tenemos de seguir colaborando e impactando es mantener una comunicación constante con nuestros socios, aspirantes y personas más cercanas por medios virtuales y otras estrategias tecnológicas que tenemos a nuestro alcance.
Sea esta una invitación a continuar realizando nuestros encuentros semanales (de manera virtual) pasando un rato agradable planteando posibles soluciones a las diferentes “nuevas” problemáticas que estamos viviendo con la cuarentena, conocer las redes sociales de otros clubes, hablar virtualmente con otros distritos, participar de reuniones de rotaract e interact, comentando nuestro día a día, los cambios laborales, la última serie, video musical, etc… y sobre todo crear enlaces afectivos con el único propósito de hacerle sentir a las demás personas que estamos ahí presentes para cualquier necesidad que lleguen a presentar. Usemos los espacios para capacitarnos en salud mental, practicando el manejo del estrés, autocontrol, relajación, mindfulness, habilidades sociales y comunicativas, en fin, lo que consideremos que nos va a aportar y a fortalecer psicológicamente para poderle ayudar a los demás desde la distancia.
Invito a toda la familia rotaria en Colombia a que abramos un espacio a la promoción de la salud mental que podamos realizar, buscando que los individuos se involucren en acciones que les lleven a adoptar y mantener estilos de vida saludables en la medida de lo posible dentro de sus lugares de cuarentena, y de ser necesario remitirlos a socios del distrito ya sean psicólogos o médicos que permitan realizar un correcto abordaje y una buena salida a aquella persona que realmente lo necesita.