Por; Daniel Amézquita González
“Los niños son el recurso más importante del mundo y la mejor esperanza para el futuro” -Jhon Fitzgerald Keneddy
Elevando sueños. Dos palabras que resumen el sentir de un club que busca por medio de buenas iniciativas llevar a la mayor cantidad de lugares posibles una experiencia, cargada de emociones, sentimientos, esfuerzo, arduo trabajo y dedicación. En esta ocasión los protagonistas fueron los niños aquellos seres humanos inocentes, nobles llenos de vida, sueños y metas por cumplir.
Una población vulnerable que requiere que todos, como sociedad, aunemos los esfuerzos necesarios para lograr construir país y que mejor manera de hacerlo, que generando espacios de ocio, entretenimiento y sano esparcimiento, en lugares donde la escasez es la principal protagonista y que mejor manera que realizarlo de forma creativa y teniendo contacto directo con los protagonistas de este sentir. Pues fueron aquellos niños los que con sus sonrisas demostraron que merece la pena el servicio social y desinteresado, esta actividad nombrada “Elevando sueños” se planeó con el fin de lograr generar un impacto positivo en los infantes asistentes, la cual se realizó en etapas una de ellas y quizá la más gratificante fue la elaboración de forma artesanal de cometas y se gana este título debido a que además de aportar un granito de arena a la conservación del medio ambiente, empleando materiales reutilizables, la creatividad y las ocurrencias de los pequeños que entre risas y juegos galardonaban a los jóvenes que diseñaron y acompañaron el desarrollo de la iniciativa.
El ambiente se llenaba de alegrías y entre carcajadas e interesantes conversaciones se escuchaban agradecimientos entre los participantes. Una gran emoción y la expectativa de elevar sus cometas, era el principal pensamiento que tenían los niños en sus cabezas y ver como su creatividad se encontraría zumbando entre los fuertes vientos del mes de agosto, que precisamente ese era el objetivo y la razón de ser de esta actividad: incentivar la creatividad, la paz, el trabajo en equipo, el cuidado del medio ambiente, resaltando de la mejor manera la razón de ser de Rotary y sus valores principales.
Describir el sentir de una actividad como esta es una tarea compleja ya que es difícil plasmar en palabras la manifestación de las emociones de todas las personas que se encontraban disfrutando de un ambiente de unión familiar, amistad, compañerismo y por qué no un poco de competencia sana, puesto que cada niño en medio de su inocencia, reflejaba el deseo de que la cometa fabricada por sus propias manos, alcanzara la nube más alta, sin importar si tenían conocimiento o no en la forma correcta de elevarlas y por eso, cada vez que sus cometas alzaban vuelo, la felicidad de cada uno de ellos se manifestaba por medio de aplausos, gritos, celebraciones y diversas muestras de cariño.
Planear, organizar y ejecutar fueron quizás las acciones que mayor expectativa generaron el grupo Rotaract, quienes mostraban que cada paso a paso que contenía el desarrollo de esta actividad, se realizaba con pasión y con el deseo de que todo culminara con éxito y al final del día, haber logrado no solo cambiar la tarde de domingo de unos niños, sino también, haber conseguido sembrar una semilla de esperanza en la vida de cada uno de ellos y en la de los jóvenes del club Rotaract Yopal. No podemos dejar de mencionar, que el apoyo de los habitantes de este territorio, fue fundamental para el éxito de la actividad y que al cierre de ésta, manifestó su agradecimiento, por tener haber tenido en cuenta un barrio retirado y marginado de la ciudad y lograr llenar de aliento los corazones de más de treinta niños que se hicieron participes de tan loable acción. No debemos olvidar, la recomendación de continuar llevando sonrisas a esas personas y la motivación a los niños, quienes fueron los actores principales. Recordemos que ¡vale la pena soñar con un mundo diferente y que no se necesita de grandes cosas materiales para lograr “Elevar sus sueños”!
