GRUPOS VS EQUIPO

Por; Por: Sharoum Muñoz Hernández,
Representante Distrital Rotaract 4271

 

Tenemos claro que si delegas una actividad a una persona le llevará algunas horas realizarla, pero si delegamos la misma actividad a 2 o más personas posiblemente este tiempo se verá reducido notoriamente. ¡Y no es para menos! Estamos disminuyendo el tiempo de acción y aumentando la eficacia de resultados.

Este sistema nos lleva a pensar que podemos alcanzar el éxito si tenemos un buen trabajo en equipo porque crea una cultura curiosa de querer saber que hay en la mente de mi compañero, abre oportunidades de aprendizaje que a su vez desarrollan y potencian habilidades que eran desconocidas, y fomenta el compromiso y la responsabilidad lo que hace que al final tengamos procesos organizados y alineados con los objetivos de la empresa por medio de acciones que garanticen el cumplimiento eficiente de los procesos. Así que esta cohesión hace que el sentido de pertenencia sea cada vez más alto. 

Viéndolo de este modo, entonces ¿Por qué formamos grupos en vez de equipos?. Cuando escuchamos “Grupos de trabajo” hacemos referencia a 2 o más personas que pueden trabajar de manera independiente para alcanzar un objetivo (que puede ser global) y generalmente cuentan con un coordinador. En cambio los “Equipos de trabajo” son personas que si bien están comprometidas con un objetivo en común, pero además de eso buscan la necesidad de mejorar el rendimiento colectivo sumando cada uno sus esfuerzos para complementar las habilidades de su compañero. Normalmente no cuentan con un líder porque todos asumen su liderazgo sin carreras de egos ni de conocimientos, no existe la responsabilidad individual, pero sí existe la diversidad de pensamiento, la cooperación y la confianza de saber que mi compañero va a hacer las cosas bien. A esto le podemos sumar que si cuentan con un equipo multidisciplinario muy seguramente van a tener un impacto mucho más amplio.

Algo que vemos en los grupos de trabajo es que al momento de medir la efectividad es común encontrar personas que no “rinden” y casi siempre tienden a ser reemplazadas con facilidad teniendo una alta rotación de personal que muy seguramente “si rinden” pero estaban mal ubicadas dentro de la organización.

Lo cual no es tan común en los equipos de trabajo porque al lograr una conexión alineada con la filosofía de la organización estamos fomentando que todos manejen el mismo nivel de aprendizaje, que pueden generar debates bastantes interesantes con resultados muy prósperos, así como también resulta más amigable la resolución de conflictos y la puesta en marcha de soluciones inmediatas frente a alguna oportunidad de mejora. 

Lo más fácil como siempre es formar grupos de trabajo bajo las condiciones de un líder o trabajador, porque para formar equipo necesitamos tiempo (qué es lo que menos tenemos) pero que debemos emplear si queremos tener un ambiente amigable y sobre todo enfocado al éxito, que nos haga detenernos a repasar nuestras destrezas y a aprender de nuestros errores, así mismo ponemos a prueba nuestra creatividad para innovar con poco miedo al fracaso, porque sabemos que si tocamos fondo vamos a salir adelante de alguna otra manera pero en equipo, sin juzgamientos pero con nuevas anécdotas y experiencias. 

Es por esto que hoy apostamos todo al trabajo en equipo, colaborativo, creativo y sin miedo al fracaso. Para que la próxima vez que nos digan “Tus resultados no son los esperados o no cumpliste las expectativas para el cargo” seamos amigables con nosotros mismos porque ¡Puede que estemos mal ubicados! 

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