ROTARACT 4271

Por; Sharoum Muñoz Hernández, / Representante Distrital Rotaract 4271 - 
Juan David Mantilla Oliveros / Director Distrital Rotaract 4271

El establecimiento de una pandemia mundial por parte de la organización mundial de la salud (OMS) ya suponía un cambio drástico en nuestro diario vivir. Cada país en cada rincón del mundo debía prepararse en el menor tiempo posible para algo que no estaba planeado ni escrito en ningún lado. Solo se sabía que había que respirar profundo y estar abierto a todo los cambios que se presentaran en nuestra vida personal, familiar, profesional y obviamente en nuestra vida rotaractiana. 

De los múltiples desafíos, uno que llamó bastante la atención al iniciar el confinamiento nacional fue el traslado automático, por no decir inmediato, de todas nuestras actividades. Preparar la reunión, buscar un lugar adecuado en nuestros hogares, “cruzar los dedos” para que la conexión a internet fuera estable (para quienes tenemos la posibilidad de tener una), hacer dinámicas de integración a distancia, mantener la energía de los socios y dinamismo, entre otras. De igual forma preguntarnos en más de una ocasión: ¿Qué vamos a hacer con nuestros proyectos y actividades? ¿Cómo vamos a trabajar con nuestras comunidades desde la distancia y ellos sin internet? ¿vale la pena exponerme y a mi familia por ir a actividades de rotaract?, una dura y difícil situación que a su vez nos planteaba un reto complejo que posiblemente no había sido visibilizado del todo: mirar a nuestros socios y familias rotaractianas. 
Entendemos que siempre estamos listos para servir a quien más lo necesita, pero de entrada suponemos que nuestros compañeros rotarios están bien, es por ello que siempre o la mayoría de las veces pasábamos por alto algunos inconvenientes que nuestros socios podían tener. No solo en cuestiones materiales por diminución de ingresos, perdida de trabajo, sino también con los aspectos psicológicos, por ello por algún tiempo más allá de todo, empezamos a preocuparnos y a cuidarnos entre nosotros mismos y procurar crear espacios diferentes en nuestras reuniones virtuales junto con sus familias. 

De forma paralela y a un ritmo inimaginable todos los clubes con su creatividad a fondo explotaban ideas, forjaban alianzas con diferentes distritos rotarios, ONGs e instituciones del estado para seguir colaborando de una u otra forma por muy pequeño que fuera el aporte – sin hablar económicamente – a quienes más lo necesitaban. 

Ya paso poco más de un año desde que en nuestro país iniciaron los confinamientos, el año rotario está  llegando a su fin y con él nuevas reflexiones de aprendizaje por mencionar: encontramos nuevos socios, nuevas oportunidades de trabajo, nuevas formas de ayudar, entendimos que para colaborar no existen fronteras gracias a la virtualidad, entendimos que muchos de nosotros somos privilegiados por la vida que tenemos y aún más por hacer parte de la familia de Rotary International.   

Gracias infinitas a los clubes y a cada uno de los socios Interact, Rotaract y Rotarios del distrito 4271 por su esfuerzo, compromiso, dedicación, crecimiento y fortalecimiento de nuestra familia 4271. Así mismo gracias al distrito 4281 por reafirmar la alianza como familia rotaria Colombia y a nuestra agencia informativa AIRCCA por permitirnos conocer más a fondo a Rotary en todo su esplendor. 

Este año impactamos 20.600 personas en todos los niveles económicos en nuestro distrito, un nuevo record y un gran número que sigue creciendo. 

Desafíos, metas, problemas, retos, “obstáculos”, pero sobre todo soluciones y nuevas oportunidades de crecimiento e impacto nos caracterizaron en este año rotario con “rotary abre oportunidades”  y así lo fue y seguir siendo para poder  “servir para cambiar vidas”.

PARTICIPE Y COMENTE ESTA PUBLICACIÓN