UNA MUERTE ABSOLUTAMENTE ESPECTACULAR

Traducida del original por Rafael E. Acosta-Páez

 

Hoy lamentamos el fallecimiento de un viejo y querido amigo, Sentido Común, quien ha compartido con nosotros durante muchos años. Nadie sabe con certeza la edad que tenía, ya que sus registros de nacimiento se perdieron hace mucho tiempo en los archivos de la burocracia oficial. Se le recordará siempre, por haber enseñado lecciones tan valiosas como: - Saber cuándo salir después de la lluvia; - Por qué el pájaro que madruga consigue los mejores gusanos; - La vida no siempre es justa; - Y tal vez fue mi culpa. Sentido Común vivió bajo políticas financieras simples y sólidas (no gastes más de lo que puedes ganar) y estrategias simples y confiables (los adultos, no los niños, son los que mandan). Su salud comenzó a deteriorarse rápidamente cuando se establecieron regulaciones, aparentemente, bien intencionadas pero dominantes. Informaciones tales como la que un niño de 6 años fue acusado de acoso sexual por besar a una compañera de clase, adolescentes suspendidos de la escuela por usar enjuague bucal después del almuerzo y la de un maestro despedido por reprender a un estudiante rebelde, sólo ayudaron a empeorar su condición. Sentido Común perdió su razón de ser, cuando los padres atacaron a los maestros por hacer el trabajo que ellos mismos no habían podido hacer, al disciplinar a sus hijos rebeldes. Se agravó aún más, cuando se requería que las escuelas recibieran el consentimiento de los padres para administrar loción solar o una aspirina a un estudiante, cuando se impidió que se informara a los padres, cuando una estudiante había quedado embarazada y quería tener un aborto. Sentido Común fue perdiendo su voluntad de vivir a medida que los lugares religiosos se convertían en vulgares negocios y cuando vio, que los delincuentes recibían mejor tratamiento que sus víctimas. Sentido Común recibió su estocada final cuando supo que no podía defenderse de un ladrón en su propia casa y que, además, el ladrón podría demandarlo por asalto. Sentido Común, finalmente renunció a su voluntad de vivir, después de que una mujer no se dio cuenta de que una taza de café humeante estaba caliente. Ella se derramó un poco en su regazo, y rápidamente fue víctima de una gran burla. Sentido Común fue precedido en la muerte, por sus padres, Verdad y Confianza, por su esposa, Discreción, por su hija, Responsabilidad y por su hijo, Razón. Le sobreviven sus 5 hermanastros, Conozco mis derechos, Lo quiero ahora. Hay que echarle la culpa a otro, Soy una víctima y Hay que pagarme por hacer nada. Su funeral no fue muy concurrido, porque muy pocos no lo extrañaron ni se dieron cuenta de que se había ido.  Si aún lo recuerdas, deja esto de lado y olvídalo.  Si no, únete a la mayoría y no hagas nada.

Esta pieza literaria de autor desconocido fue muy bien escrita. Debiera ser conocida y comentada, dentro de aquellos círculos donde todavía tienen el sentido común para entender de qué se trata esta nota.

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