¿ES LO MISMO SER ROTARIO QUE ROTARACT? ALGUNAS CONSIDERACIONES.

Por; César Alberto Torres Quijano, Club Rotario Cali San Fernando. Miembro Comité Distrital para Rotaract

 

En los espacios rotarios hay inquietudes sobre la evolución de Rotaract. Como veremos en las pinceladas de este artículo, ello obedece más a la resistencia al cambio creado por la confusión en los anuncios, renuencia que cede cuando contextualizamos esta temática. ¿Cuál es el nudo del desconcierto?: ¿Los rotarios y rotaractianos ahora son iguales? En la apreciación de los matices es posible encontrar las respuestas adecuadas. 


Son lo “mismo”, ya que Rotaract no es un programa o un proyecto de servicio rotario: ahora es una FORMA DE MEMBRESÍA. Rotary International hoy en día es la organización que reúne tanto a los clubes rotarios y rotaractianos del mundo, cambio que ya no es una idea, sino una realidad en los documentos normativos. Pero es necesario especificar los matices, ya que no son iguales. Rotary sigue planteando Rotaract, en sus objetivos, como una experiencia dirigida a la juventud, así haya jóvenes de más de 30 años (siempre los hubo, y realmente nadie se ponía en la tarea inquisitorial de pedir su salida de la familia y hubo más bien, con mayor o menor éxito, invitaciones voluntarias a “dar el salto”. Segundo, porque pese a las recompensas por elevar su estatus, las posibilidades de acción para el rotario son mucho más amplias. 


La inversión realizada al pagar por la membresía a Rotary ni siquiera se asemeja: Un rotaractiano, desde enero, apenas pagará la suma de USD$8 anuales a Rotary, aunado a sus cuotas mensuales distritales en promedio de 15.000 pesos. Además, aunque se abrió el espacio para participar en comités distritales y a nivel mundial, aún la batuta del poder está en las manos rotarias. Igualmente, los espacios decisorios del distrito, como son los comités de electores, siguen abiertos exclusivamente a los clubes rotarios y en la misma tónica, el comité distrital Rotaract, en cabeza del representante distrital Rotaract con el copresidente rotario, bajo las directrices del gobernador, siguen organizando administrativamente los espacios rotaractianos. 


Difícilmente, alguien de 60 años consideraría desafiliarse de su club rotario para ingresar en Rotaract. En Rotaract pesa la cercanía etárea entre sus miembros para su propia unidad: los grupos rápidamente experimentan en pocos años, ciclos entre “rotaractianos clásicos” y los nuevos. Y, el punto crispante de la eliminación de la edad tampoco resulta relevante en la medida en que el límite artificioso de 30 años, o bajarlo a 25 años o aumentarlo a 40, no tienen un asidero cultural universal, de ahí que hace varios consejos de legislación este tipo de proposiciones no pasan. 


Las razones para que el joven de 35 años deje Rotaract varían culturalmente desde el inicio de su vida laboral, marital u otras responsabilidades. Incluso, por sentir la brecha generacional con jovencitos de 18 años (de verdad, una cosa es disfrutar “MELINA” de Camilo Sesto tomando un whiskey, que bailar FELINA de Héctor y Tito – canción que ni siquiera es nueva sino, ya un “clásico” de reguetón-, o hacer Tik Toks con “Tití me preguntó” del puertorriqueño Bad Bunny.. Es el rotaractiano quien se percata cuando su ciclo termina no por una norma que, cuando existía, y volviendo al tono serio de este escrito, nadie cumplía. ¿Cuántos socios en los últimos 3 lustros salieron voluntariamente cumpliendo el canon o fueron “expulsados”?. En su orden: pocos y ninguno. ¿Cuántos rotarios y gobernadores se preocuparon por esto y buscaron darle salida a los “viejitos”? Ninguno. ¿Qué mecanismos existían para hacer cumplir la norma de los 30? Salvo cerrar el club por no cumplir los lineamientos, ninguno y era más la carga ética de sacar personas que estaban haciendo voluntariado con acciones que cambian las vidas de sus comunidades. 


¿Es lo mismo ser rotario para una persona de 25, 30 o 45? En nuestro contexto colombiano, no. Ser rotario es una experiencia deliciosa, pero el socio debe tener las condiciones para gozarlo, no padecerlo. 


En el caos que pueden ver otras personas, realmente creo que Rotary tiene claro su objetivo: integrar a personas jóvenes en el accionar del rotarismo de una forma real para cumplir con su propia visión: “Juntos contemplamos un mundo donde las personas se unen y toman acción para generar un cambio perdurable en nosotros mismos”.

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