LA SATISFACCIÓN DE INTENSIFICAR NUESTRA AYUDA

Por; K.R. Ravindran - Presidente del Consejo de Fiduciarios de 
La Fundación Rotaria

 

Más que una actividad, Dar es un modo de vida y faro de luz que nos brinda esperanza en momentos difíciles. Hoy vivimos tiempos turbulentos, aunque no son nada nuevo en la historia de la humanidad. Es importante recurrir a la sabiduría de las edades para ayudarnos a encontrar nuestro camino y propósito en la vida. Tal sabiduría nos fue legada por un filósofo del siglo XII conocido como Maimónides. Nacido en Córdoba, en la actual España, él y su familia emigraron a Marruecos para escapar de la persecución religiosa. De joven estudió y se especializó en la filosofía de Aristóteles, astronomía y, más tarde, siguió estudios de medicina. Posteriormente, Maimónides se trasladó a El Cairo, donde llegó a ser conocido como el principal rabino de la comunidad judía local, y escribió varios volúmenes con comentarios respecto a la Torá. Durante el resto de su vida se destacó ampliamente en el ejercicio de la medicina. 

Sin embargo, su mayor legado a la humanidad consiste en sus reflexiones acerca del acto de dar. Ocho Niveles de Caridad es una obra maestra en la que nos enseña qué significa dar y qué factores nos motivan a dar. El peldaño inferior de la escalera es dar por lástima o de mala gana. El siguiente nivel es dar menos de lo que deberíamos pero con alegría. Seguimos ascendiendo y el quinto peldaño es dar sin que nadie nos lo pida. Escalamos varios pasos y llegamos a un peldaño en el que el beneficiario no sabe quién es el donante. El octavo nivel y forma más elevada de caridad, es donar antes de que los beneficiarios lo necesiten para evitar que sufran penurias o prepararlos para que las eviten. 

Cuando vacunamos a los niños contra la polio, prevenimos posibles casos de la enfermedad. De la misma manera procedemos en otras actividades, como los proyectos de Rotary para reducir la incidencia del paludismo o el cáncer cervical. 

Cuando enseñamos a una persona para ejerza una profesión y pueda ganarse la vida, estamos poniendo en práctica el octavo nivel. Desde las microfinanzas a la educación, La Fundación Rotaria nos ayuda para que ofrezcamos la autosuficiencia. 

Nos espera la realización de nuestras futuras buenas obras, al igual que nos aguardan el apoyo a los recién nacidos, la limpieza de fuentes de agua, la recuperación de la pandemia de COVID-19, y muchas otras iniciativas y proyectos que lideramos. 
Me enorgullece afirmar que numerosos socios de Rotary ascienden hasta el peldaño superior de la escalera de Maimónides, muchos de ellos de manera anónima. Sean quienes sean los donantes y las razones por las cuales comparten sus aportaciones con la Fundación, les expreso desde ya mi agradecimiento.Como organización, Rotary también sube esa escalera. Cada una de las donaciones que ustedes efectúan, nos impulsa hacia niveles más elevados. Al ascender unidos, adquirimos una perspectiva más amplia, porque vemos a quienes hemos ayudado, y también las innumerables oportunidades de brindar ayuda mediante Rotary. Y en ese proceso, encontramos nuestro propio significado y propósito en la vida.

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