Desde luego, el pozo de La Fundación Rotaria es nuestro Fondo de Dotación. Estamos construyendo un pozo muy profundo y sólido que garantizará el financiamiento de proyectos importantes para las generaciones venideras.

MENSAJE DEL PRESIDENTE DEL CONSEJO DE FIDUCIARIOS  - FEBRERO

¡Ni hao, rotarios!

Desde tiempos antiguos, la gente ha establecido sus comunidades alrededor del agua. Poder obtener agua dulce salubre de un pozo significa que una aldea tiene la perseverancia y la capacidad de soportar tiempos difíciles.  

Los pozos son vitales para todo el mundo, pero a manera de metáfora, son igual de poderosos. ¿Cuál es el “pozo” de La Fundación Rotaria? ¿A qué fuente podemos recurrir para reabastecernos y contar con fondos para todas las Subvenciones Globales maravillosas que salvan vidas en todo el mundo? 

Desde luego, el pozo de La Fundación Rotaria es nuestro Fondo de Dotación. Estamos construyendo un pozo muy profundo y sólido que garantizará el financiamiento de proyectos importantes para las generaciones venideras. Un fondo sólido garantizará la estabilidad financiera a largo plazo de nuestra Fundación y brindará los recursos esenciales para poder prestar un servicio humanitario aun más sobresaliente en el futuro.

Hemos fijado metas ambiciosas para la iniciativa Establecimiento del Fondo de Dotación de LFR: USD 2025 millones para el 2025. Para entonces, esperamos que el Fondo de Dotación de la Fundación cuente con un mínimo de USD 1000 millones en activos netos, y el resto se financie con las expectativas y promesas de legados.

Imaginen el bien que podríamos hacer con un Fondo de Dotación de USD 2000 millones. Las ganancias de inversión brindarían alrededor de USD 100 millones al año para que los rotarios realicen todo tipo de proyectos que cambiarían la vida de las personas en todo el mundo, año tras año. Juntos, podemos alcanzar esta meta. Por mucho que el mundo cambie a nuestro alrededor, el pozo de La Fundación Rotaria resistirá la prueba del tiempo y seguirá teniendo un impacto positivo en el mundo.  

Confucio disfrutaba mucho del agua y afirmó que: “El agua maravillosa puede fluir continuamente sin detenerse. Es tan bondadosa que riega las tierras por dondequiera que vaya y aun así no se vanagloria de haber hecho hazañas sobresalientes. Es como la virtud”. 

A propósito de logros, el Club Rotario de Shanghái acaba de celebrar el centenario de su fundación y acaba de alcanzar otro gran hito: su primer miembro de la Sociedad Arch Klumph, Frank Yih. ¡Gōng a nuestros amigos de Shanghái! 

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