MENSAJE PRESIDENTE DEL CONSEJO DE FIDUCIARIOS DE LA FUNDACIÓN ROTARIA - DICIEMBRE

Por; K.R. Ravindran - Presidente del Consejo de Fiduciarios de 
La Fundación Rotaria

 

En una brumosa víspera de Navidad en el Londres victoriano, el viejo avaro está sentado en su escritorio.  

Amargado y desilusionado con el mundo, Ebenezer Scrooge sólo tiene un interés: su balance final. Rechaza la invitación de su sobrino a la cena de Navidad, se niega a ayudar a los pobres y desposeídos, y a regañadientes concede a su empleado mal pagado, Bob Cratchit, tiempo libre para el día de Navidad. 

Cuando llega a casa, empiezan a suceder cosas extrañas. Jacob Marley, su difunto socio, aparece como un fantasma atado a una cadena, y pide a Scrooge que abandone su egocentrismo para no correr la misma suerte.

Esa es la premisa de Un Cuento de Navidad, el cuento clásico de Charles Dickens sobre la transformación de un hombre de recluso empedernido a generoso filántropo. Para mí, ofrece valiosas lecciones para todos, independientemente de nuestras creencias o de la época del año. 

En uno de mis pasajes favoritos, un espíritu transporta mágicamente a Scrooge a la casa de los Cratchit. Allí, ve a su empleado desde un nuevo punto de vista, observando una humilde pero sincera celebración. Scrooge entiende entonces que dones como la amistad, la familia y la gratitud no pueden registrarse en ningún libro de contabilidad. Al final de la historia, Scrooge ha aprendido la lección más importante de todas: mientras sigamos vivos, no es demasiado tarde para dedicarnos a servir a la humanidad. 

Las festividades de fin de año están por llegar. Es un tiempo para dar y compartir, pero no se limita a nuestros seres queridos. También es para la gente a la que nunca hemos conocido y nunca veremos, para aquellos que no son tan afortunados como nosotros y a los que les vendría bien una mano amiga. El milagro de dar que Scrooge descubrió en Nochebuena es exactamente lo que hace La Fundación Rotaria los 365 días del año.
Nuestra Fundación sirve simultáneamente como organización benéfica y ejecutor en el campo; los rotarios trabajan sobre el terreno, ofreciendo sus habilidades y experiencia empresarial en apoyo de las subvenciones financiadas por ustedes. De esta manera, llevamos a cabo algunos de los trabajos más importantes de Rotary, como proteger a las madres y a sus bebés,y ayudar a las comunidades a recuperarse de las conmociones ocasionadas por la COVID-19.

Por favor, piensen en La Fundación Rotaria durante esta temporada de generosidad. Recuerden que sus donaciones a la Fundación amplifican nuestro trabajo en todas las áreas de interés. Se perpetúan, no sólo hoy, sino mucho después de que nos hayamos ido de este mundo. Y la Fundación continuará haciendo sus milagros al servicio de los demás en el futuro mientras sigamos apoyándola hoy. En nombre del Consejo de Fiduciarios de La Fundación Rotaria, agradezco sus generosas contribuciones antes del 31 de diciembre.

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