MENSAJE PRESIDENTE RI - SEPTIEMBRE

Por; Holger Knaack- Presidente RI 2020-21

 

El Intercambio de Jóvenes de Rotary, uno de los muchos programas dedicado a los jóvenes y adultos jóvenes, fue la chispa que encendió mi verdadero compromiso con Rotary. Mi esposa, Susanne, y yo comenzamos a recibir estudiantes de intercambio poco después de haberme afiliado a Rotary y la experiencia me ayudó a pasar de ser un simple socio a un verdadero rotario. Hoy, el Intercambio de Jóvenes de Rotary es una fuerte tradición en mi familia y en los últimos 24 años hemos recibido a 43 estudiantes. Desde el comienzo nos encantó el programa, además de recibir a los estudiantes en nuestro hogar, ayudamos a organizar los campamentos de verano para los estudiantes. Durante una de estas ocasiones, conocí a Christine Lichtin, quien en ese entonces era estudiante de secundaria en Alemania y su padre había sido presidente de mi club. Me gustaría probar algo nuevo durante esta época de cambio y para ello le cedo este espacio, normalmente reservado para el presidente de Rotary, a Christine para que les cuente su historia.

Mi primer contacto con Rotaract sucedió hace unos 13 años, cuando participaba, junto a Susanne y Holger, en un asado para los jóvenes del campamento de verano. En esa ocasión, Holger me dijo: “¿Por qué no visitas un club Rotaract? Conocerás a muchos jóvenes fantásticos que se reúnen para divertirse y marcar la diferencia”.Unos años después, cuando asistía a la Universidad de Tréveris, recordé sus palabras y decidí intentarlo. Eso fue hace más de ocho años, y todavía estoy en ello. Una vez que te unes a Rotaract, no quieres salir. Rotaract me ha acompañado a todas partes, empezando por el club de Tréveris y luego a un club en Bolonia (Italia), durante el año que estudié allí. Durante mi estancia en Kiel para obtener mi maestría, me afilié a Rotaract allí antes de unirme al Club Rotaract de Hamburgo-Alstertal al comienzo de mi carrera profesional. Cada uno de esos clubes tiene su propia identidad y enfoque, pero todos poseen la misma motivación intrínseca. 

Ahora asumo el papel de asesora sénior en mi club Rotaract y realmente lo disfruto. Llevo a Rotaract en mi corazón ya que da forma a mis valores, incluso cuando mis intereses evolucionan. Un día, como si hubiera percibido esa evolución, Susanne llamó a mi puerta, porque quería presentarme a un moderno y joven club Rotario que había ayudado a fundar y que se ubicaba entre Hamburgo y Mölln, mi ciudad natal. Este era el Ciberclub de Hamburgo-Connect. Todo parecía encajar, así es que pensé, ¿por qué no probarlo? Después de todo, el tiempo es precioso y se debe llenar con diversión siempre que sea posible; el resto sucede por sí solo. Ahora formo parte de ambos mundos, soy una orgullosa rotaractiana y rotaria. Mi pequeña meta personal es construir un puente entre estos dos mundos. Todos nosotros tenemos razones muy similares para ser parte de la familia de Rotary.Se necesitó algo de persistencia para convencer a Christine de que se hiciera socia de Rotary, pero valió la pena el esfuerzo. Es nuestro deber convencer a los rotaractianos y a los participantes de los programas para jóvenes para que puedan mantenerse en la familia de Rotary. Espero que su historia les haya inspirado. Depende de cada uno de nosotros asegurarnos de que más jóvenes vivan las muchas maneras en que Rotary abre oportunidades para nosotros y para quienes servimos.

PARTICIPE Y COMENTE ESTA PUBLICACIÓN